viernes, 12 de noviembre de 2010

LAURA RESTREPO


Cursó estudios de Filosofía y Letras y luego se especializó en Ciencias Políticas. Ejerció como periodista, muy comprometida políticamente, durante más de dos décadas. El presidente Belisario Betancur la nombró miembro de la comisión negociadora entre el gobierno y el grupo guerrillero M-19, experiencia que dio origen a un reportaje extraordinario, Historia de un entusiasmo, tras el que tuvo que exiliarse, amenazada de muerte, durante varios años. Después ha publicado, con creciente éxito, cuatro novelas: La isla de la pasión, El leopardo al sol, Dulce compañía (Premio Sor Juana Inés de la Cruz y Prix France Culture de la crítica francesa) y La novia oscura, que la han consagrado como la autora colombiana más reconocida internacionalmente. También destaca La multitud errante. Ganadora del VII Premio Alfaguara de Novela con Delirio. Laura Restrepo nació en Santafé de Bogotá en 1950 y escribió su primer cuento a los nueve años de edad. Tras graduarse en filosofía y letras en la Universidad de los Andes, estudió ciencias políticas y fue profesora de literatura en la Universidad Nacional y del Rosario.


A su oficio de escritora se suman el periodismo y la política.


En 1983 el presidente colombiano Belisario Betancourt la designó integrante de la comisión que negoció la paz con el movimiento rebelde M-19. En 1986 escribió Historia de un entusiasmo, que le valió amenazas de muerte por lo que partió al exilio. Vivió entre Madrid y México, donde colaboró con La Jornada y Proceso.


Algunas de sus obras son La isla de la pasión, Leopardo al sol, Dulce compañía (con la que obtuvo en 1997 el Premio Sor Juana Inés de la Cruz); La novia oscura, La multitud errante y el libro infantil Las vacas comen espaguetis.

Colombia ''es un país duro e indefectiblemente uno acaba hablando de tragedia, pero también tiene mucho sentido del humor y temple para afrontar el momento histórico tan duro que vive", añadió Restrepo, recientemente nombrada directora del Instituto de Cultura y Turismo de Santafé de Bogotá, en el gobierno del alcalde Luis Eduardo Garzón.

La novela galardonada, añadió, ''tiene como trasfondo el tema del narcotráfico, casi inevitable cuando se habla de Colombia.


''Pienso que lo que tiene de nuevo este drama visto desde la interioridad, es el tema de la locura, de qué pasa cuando una situación tan adversa no encuentra los resortes mentales para encontrar la lucidez; qué es lo que pasa cuando se revientan los resortes mentales."

Rara historia de amor.

Delirio se basa en la historia de Agustina y su esposo Aguilar, quien un día regresa de un viaje de trabajo de cuatro días y descubre que su cónyuge ''ha perdido literalmente la cabeza".

Es además una muestra de las nuevas imágenes colombianas: ''Ante las realidades institucionales y oficiales tan falsas, tan impuestas como las que privan hoy día, en la mayoría de nuestros países florecen por debajo realidades clandestinas, secretas, que hacen de verdad el alma de los pueblos y la literatura es lo que sirve para sacarlas a flote y oponerlas a la realidad oficial".

Para esta novela, que se publicará de manera simultánea en 19 países, Laura Restrepo utilizó las herramientas de su antigua profesión, la de periodista.


''La primera fase fue la de investigación y ya sobre ella monté la ficción, que es como una maña mía. Hay quienes dicen que lo que yo escribo es periodismo fantástico, los hechos lo tergiverso, los cambio, los aumento hasta volverlos literatura y ese es un vicio que me apareció desde que trabajaba de periodista."


Saramago, a su vez, destacó que más allá de las cuestiones políticas que se leen en el fondo del texto, ''en esta novela se narra la historia de amor de un hombre enamorado hasta la médula Una historia de amor rara. Si no se reconoce en nosotros el papel de amar profundamente, entonces, estamos perdidos.


''Hay dos locuras la de ella (Agustina) y la de él (Aguilar), quien sufriendo humillaciones la sigue buscando como un quijote a su Dulcinea. Que Don Quijote no la encontró, pero en este caso sí."
En esta versión del premio Alfaguara el jurado estuvo integrado por Saramago, Josefina Aldecoa, Javier Cercas, Juan Cueto, Juan González, Daniel Samper y Paz Alicia García diego, quien ya trabaja el guión para la película de la novela Diablo guardián, de Xavier Velasco, ganador el año pasado.


Participaron 635 obras, de las que 444 procedían de América Latina. De cinco finalistas, el jurado eligió Delirio.


DELIRIO


Un hombre regresa a casa después de un corto viaje de negocios y encuentra que su esposa ha enloquecido completamente. No tiene idea de qué le pudo haber ocurrido durante los tres días de su ausencia, y con el fin de ayudarla a salir de la crisis empieza a investigar, sólo para descubrir lo poco que sabe sobre las profundas perturbaciones escondidas en el pasado de la mujer que ama. Narrada con talento y emoción, la historia principal de "Delirio", novela premiada con el último Alfaguara, se fragmenta en otras que se anudan a través de personajes llenos de matices. Su autora, Laura Restrepo (Bogotá, 1950), es una de las escritoras colombianas más conocidas. Su propia vida daría para el argumento de un libro, ya que se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes y en 1983 fue nombrada miembro de la comisión negociadora de paz entre el gobierno y la guerrilla M-19. En 1986 publicó su primer libro.


Delirio es una acertada muestra de novela cerrada que busca la totalidad; es decir, que en ella inciden varias historias, temas de diversa índole, trabados mediante un uso efectivo de los tiempos en los que cada una se desarrolla y que acaban encajando en la tesis que deduciremos.


Las obras anteriores de Laura Restrepo (Bogotá, 1950), ya conocidas por el público español, derivan, como ésta, del “realismo mágico”. “Lo mágico” resulta la lógica consecuencia del tratamiento de la heroína, Agustina, hija de una rica familia de Bogotá, que manifiesta claros signos de locura. No sólo utilizará la magia del agua, colocando platos y toda suerte de enseres con agua en su casa, en la que vive con Aguilar, separado de su mujer, aunque no divorciado; sino que sufrirá períodos de demencia violenta. En buena medida la novela se desarrolla como si se tratara de un relato policíaco y el lector siguiera por diversos e intrincados caminos los orígenes -tal vez familiares- de tales trastornos.A todo ello, su compañero, antes profesor universitario y ahora vendedor a domicilio, sigue enamorado de esta extraña criatura, alegre en ocasiones y perversa en otras. Como apunta uno de los personajes fundamentales desde el comienzo: “Tu marido anda perdido como corcho en remolino tratando de averiguar qué diantres sucedió contigo y tú misma tampoco sabes gran cosa, porque mira, Agustina bonita, toda historia es como un gran pastel, cada quién da cuenta de la tajada que se come y el único que da cuenta de todo es el pastelero”.


El pastelero, qué duda cabe, es la novelista, a la que seguiremos con gusto por los meandros en los que se desarrolla la oscura historia que lentamente se irá desvelando. En su sustrato hay una cierta fidelidad freudiana, ya que el drama de la familia Londoño se origina en temas de orden sexual. Agustina siente una mezcla de terror reverencial y de extraño amor hacia su padre, a quien, en su locura, pese a haber muerto ya, seguirá esperando. Su hermano menor, Bichi, el único al que ha querido de veras, por su belleza (?), se inclinará hacia la homosexualidad, a pesar o como consecuencia de los castigos paternos. Su relación con Agustina mantiene zonas oscuras, ya que la magia que dice cultivar de niña no está exenta de juegos prohibidos. La rigidez paterna, por otra parte, no es sino otra máscara, que disimulará su relación con su cuñada Sofi, a la que fotografía desnuda en posiciones lascivas y esconde las imágenes en lugar oculto, aunque serán descubiertas por Agustina y Bichi, que se servirán de ellas para sus juegos.


El relato se desarrolla a través de varios tiempos: los de la infancia de Agustina, mediante una conversación con Midas McAlister, su antiguo amante. A éste acaba de derrumbársele su existencia al enfren- tarse, sin haber sido consciente de ello, con Pablo Escobar, a quien servía como blanqueador del dinero de la droga, sobre cuyo mundo se ofrecen algunas alusiones, así como a territorios dominados por la guerrilla, como la hacienda de tierra caliente, una de tres viviendas de los Londeiro. A lo largo de la extensa conversación iremos adentrándonos en este mundo de traficantes de guante blanco y su relación con los delincuentes. El tercero de los tiempos y otra de las historias es la del abuelo de la protagonista, de origen alemán, Nicolás Portulinus, casado con Blanca, músico de profesión, aunque también trastornado. Añorando a su hermana, ahogada en el Rin, el profesor y abuelo de Agustina se suicida en las aguas del río Dulce. ¿Es la locura de la protagonista producto de una herencia malsana? Tras la historia familiar, de base naturalista, observaremos el análisis de la clase alta bogotana, a la que Midas no pertenece, pero que analiza con mirada crítica. él logra una fortuna gracias a Escobar, aunque sólo lo ve en dos ocasiones, pero las grandes familias no le admiten por ser de humilde origen. La historia familiar desvela la hipocresía que desdeña a cuantos no pertenecen a una determinada clase. Esta familia, creada sobre la mentira, viene a simbolizar el drama colombiano, tipificado por una frase, posiblemente auténtica, de Escobar, acosado por el tratado de extradición a EE. UU.: “voy a invertir mi fortuna en hacer llorar a este país”. Colombia aparece simbolizada por el Crucificado.


Saga familiar, intriga, crónica social, desfile de personajes bien definidos, crítica moral. Laura Restrepo no sólo construye una bien diseñada trama, sirviéndose de los tiempos con extrema eficacia, sino que la novela, de rasgos folletinescos, se narra con un elaborado estilo, sentencioso en ocasiones, descriptivo, poético, fiel a la lengua hablada. Una excepcional novela que debemos recomendar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario